martes, 31 de enero de 2012

Anton Martín

Hoy va de otra estación del metro madrileño.Hace tiempo escribí sobre la de Tirso de Molina, pero cuando una de mis amigas que es un poco miedosa la leyó, desde entonces no hay quien la haga ir por llí. Desde aquí le digo que no tenga miedo, que en la estación de Antón Martín no hay enterramientos. Lo que cuento hoy es...como la mayoría de cosillas que tienen como protagonista a mi querido Madrid.
Desde el siglo XVII aparece la plaza de Antón Martín, personaje que a su muerte fue santo.Nació en Mira (Cuenca). Era muy feliz hasta que un día asesinaron a su hermano.
Desde ese día el odio que sentía por el asesino de su hermano no le dejaba vivir en paz, decidió que no descansaría hasta que atraparan al asesino. Alguien le comentó que se encontraba en Granada. Hacia allí se dirigió, encontrando al asesino una semana después. Dio parte a la autoridad, que le arrestó.
Antón Martín puso todo su empeño en pedir la pena capital. Lo consiguió, no contento con ello, iba todos los días a la cárcel imaginándolo colgado de la horca. Uno de esos días tropezó con un fraile el la calle, a los pocos minutos entablaban una conversación sobre los proyectos que tenían. El fraile le contó que sus proyectos eran ayudar a los necesitados, el único proyecto de Antón Martín era ver morir a una persona. El fraile le dijo que perdonara igual que hizo Jesús en la cruz y si algún día cambiaba de idea fuera a buscarle al hospital donde el estaba, el se llamaba Juan de Dios.
Desde ese día Antón Martín cambió y su corazón perdonó al reo, hizo gestiones para librarle de la muerte. Cuando lo consiguió, el reo y el fueron al hospital en busca del fraile. A la muerte de Juan de Dios, Antón Martín continuó su labor.
Reinando Carlos V, se traslada a Madrid y funda el hospital del Amor de Dios. Desde aquél día Antón Martín pedirá limosna por las calles para mantener su obra hasta su muerte.
La plaza donde vivió y murió lleva su nombre, hoy, hay una estación de metro, un cine, un teatro y un...¡Dios mío si el pobre levantara la cabeza!
Sus restos del que hoy es santo, se veneran en un sarcófago de mármol y bronce en una capilla de la iglesia de San Rafael.
Espero que no sienta miedo mi querida amiga Piluca, claro que le va a dar igual porque el próximo día que salgamos...la llevo a esta iglesia.






6 comentarios:

  1. No puedo más que darte las gracias por la información. Ya ves, todos los días son de aprender.

    Un beso Mª Ángeles.

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  2. Gracias por tu amabilidad, solo quiero distraeros un ratito y de paso yo tambien aprendo algo.

    Besitos Elena

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  3. Pues no sabía nada del asunto; también agradezco la información.

    El odio puede ser la victoria pírrica de las almas vencidas, el odio lastima más a su portador que a sus destinatarios.

    Un fuerte abrazo.

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    1. No tienes que agradecer nada Juan, lo hago con sumo placer,además, yo me lo paso muy bien. Gracias por tu visita.

      Un abrazo

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  4. Una curiosa historia que desconocía por completo. Gracias por rescatarla y limpiarle el polvo. Un abrazo

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  5. Hada, me alegro que te gustara la historia, voy a seguir investigando para teneros entretenidos. Gracias.

    Un abrazo

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